jueves, 23 de febrero de 2012

En la cabeza no, que están estudiando

En el IES Lluís Vives no tienen calefacción, están pasando frío. No es un fallo de la caldera, no son los vientos de Siberia, son los recortes del Gobierno. Y al PP lo ha votado alguien, 10.830.693 personas para ser exactos, ni más ni menos. Esos votantes fueron también los que tomaron la decisión de calentar a los estudiantes a palos:



Hay tantas imágenes espeluznantes, tantos vídeos que evidencian una actuación de la UIP absolutamente desproporcionada, hablando en plata, tanta saña y mala hostia, que la gente ha dicho basta. Pero lo cierto es que no puedo dejar de preguntarme, ¿qué esperabais?

La UIP lleva años actuando como matones de patio de colegio, cargan indiscriminadamente, realizan detenciones ilegales, no van debidamente identificados, torturan en comisaria, insultan y denigran a los manifestantes, dan palos a diestro y siniestro... ¿Y son esas personas las que deberían protegerme?, ¿ son ANTI-disturbios?... permitidme que lo ponga en duda.

Esa "gentuza" no tiene vergüenza, ni sirven ni protegen, abrirle la cabeza a una niña y no dimitir al día siguiente es no tener alma. ¿Que hay policías buenos?, ¿que no todos son así?, pues DENUNCIA A TU COMPAÑERO. Si haces la vista gorda, si te limitas a hacer un gesto de desagrado, eres CÓMPLICE Y CULPABLE. Cuando no se asumen responsabilidades y uno se libra por todo  hay vía libre para pasarse de la raya.

La reacción en el resto del país no se ha hecho esperar y se han producido actos de protesta en un gran número de ciudades exigiendo depurar responsabilidades, tanto en los cuerpos de "seguridad" cómo en la Delegación valenciana, y sobre todo (no olvidemos la raíz), contra los recortes y la privatización de la educación en España.



Vale, estamos cabreados, estamos hartos de recibir palos por defender nuestros derechos, ¿y ahora qué? Ahora toca la parte difícil, no dar NI UN PASO ATRÁS. Y para que esto no se quede en agua de borrajas (no puedo evitar acordarme del 15M), debemos tener claros nuestros objetivos a corto plazo:

1. Dimisión de la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Paula Sánchez de León.
2. Dimisión del jefe superior de Policía de Valencia, Antonio Moreno.
3. Liberación inmediata y sin cargos de los detenidos durante las protestas.

sin olvidarnos de buscar soluciones a la raíz del problema:

4. Depurar las fuerzas de seguridad del Estado, imponiendo un reglamento más estricto respecto a la identificación de los agentes y su actuación a la hora de disolver manifestaciones.
5. Acabar con los recortes en educación, pilar fundamental que salvaguarda la igualdad de oportunidades de las futuras generaciones.

¿Y cómo lo conseguimos?, ¿cómo protestamos?, MOLESTANDO. No nos engañemos, no vamos a conseguir nada si nos limitamos a jugar con unas reglas amañadas, debemos ser una molestia para el poder, debemos hacernos oír, incordiar lo máximo posible, ser visibles para la sociedad. Y cuidado, no estoy llamando a quemar edificios, me refiero a acciones como comunicar las manifestaciones pero no pedir autorización, cortar calles, gritar consignas, defendernos de la policía cuando sea necesario. Ya vale de recibir hostias con cara de tonto.


Actualización 23F: Esto es TERRORISMO DE ESTADO y clama venganza. Hay que ser muy hijo de puta para dar una paliza así a unos chavales. ¡JUSTICIA!


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Crónica Local

En Zaragoza se convocó una concentración a las 20:00 en la puerta principal de la Ciudad Universitaria. Había mucha gente, más de la esperada, y la policía mantenía una distancia prudencial. Al poco tiempo de estar allí la gente decidió cortar la calle, un gesto de protesta comedido en clara alusión al detonante que provocó las cargas policiales en Valencia. Tras una media hora se leyó un comunicado y se desconvocó oficialmente el acto.

 En ese momento se escucharon algunas voces que invitaban a continuar la demostración en la sede del PP, responsables políticos de lo acaecido. El apoyo fue mayoritario y, cortando Fernando Católico, nos dirigimos a la sede. La presencia policial era enorme, pero su actitud irreprochable, por una vez hicieron bien su trabajo, aunque he de señalar que los antidisturbios no iban debidamente identificados. La siguiente parada fue la Delegación de Gobierno de Zaragoza, previa sentada en Don Jaime. A eso de las 22:00 la concentración se disolvió sin mayor problema.


La nota discordante, como viene siendo habitual, partió de un pequeñísimo sector de exaltados, más preocupados por provocar a la policía y salir en la foto, que por los recortes. Estas manzanas podridas son conocidas por todos y una lacra para la izquierda, por suerte y al contrario que en la UIP, su actitud fue fuertemente reprobaba con un coro unánime de gritos como "Idiota" y "Lee tú también algún libro, subnormal".

jueves, 9 de febrero de 2012

Francia, Contador y la República.

Puede dar la impresión de que en algún momento de los últimos veinte años hubo una ruptura con el pasado y que la España de hoy ya no tiene nada que ver con la de ayer. Que aquel país que exasperaba a Larra desapareció en las brumas del tiempo y que hoy estamos embarcados en una nueva era.

Pero hoy, España nunca se ha parecido tanto a como siempre ha sido.

El diario más leído en el país es el más influyente en la opinión de los españoles, como cabe esperar de todo medio de comunicación de masas. Este diario ha encabezado el retorno al pasado -seguido por otros muchos creadores de opinión- y con un chasquido de dedos nos hemos dado cuenta que todo el progreso que creíamos haber alcanzado no era más que un decorado que se nos ha caído ante los ojos. El diario en cuestión no es El País. Es el Marca. El Marca agitando el secular odio a Francia. 

La vieja y rancia oligarquía odiaba a Francia. Odiaba la Revolución Francesa; odiaba el amor libre; odiaba la ilustración y la República. Y la vieja y rancia oligarquía azuzó a la canalla y a la turba enarbolando la sagrada cruz para linchar a los españoles que deseaban seguir a nuestros vecinos franceses en la senda del progreso social. Llamó a aquellos españoles ilustrados "afrancesados" y los persiguió hasta la muerte o el exilio. Y lo siguió haciendo durante siglos. Dimos a Francia lo mejor de España en los sucesivos exilios y diásporas forzadas. "Vivan las cadenas" decía la chusma cuando aclamaban al posiblemente peor monarca que ha tenido este país. Borbón, no se nos olvide.

La vieja y rancia oligarquía fascista sigue odiando a Francia. Y la chusma también. Y de nuevo la Reacción se envuelve en la bandera y llama a todos al odio colectivo contra el vecino del otro lado de los pirineos enarbolando el Marca en vez de la cruz. Ah, el deporte: esa máquina de crear patriotas baratos.
Y todo porque un juez francés ha dicho que un deportista ha hecho trampas. No nos importa si ha hecho trampas o no. De hecho no podemos compartir que una anécdota deportiva se sitúe en el centro del debate nacional. Ni mucho menos aceptar este chauvinismo casposo, este patriotismo de pandereta... pues ningún ciudadano decente puede estar orgulloso de ser español mientras España siga bajo este régimen podrido y corrupto.

La judicatura en manos de la oligarquía fascista pone en la calle a los corruptos e investiga y condena a los jueces que persiguen la corrupción, pero no cualquier corrupción, sino la corrupción inherente a la plutocracia que domina el país. Persigue a quien clama por la reparación de las víctimas del fascismo.
 La oligarquía del régimen no paga impuestos y no piensa pagarlos; así ha sido siempre y así pretenden que siga siendo. Mientras tanto, las clases populares son las que sostienen el estado por impuestos directos e indirectos. 
 La oligarquía del régimen pretende destruir todos los derechos laborales y sociales. La jubilación, las pensiones públicas, la sanidad, la educación... todo está en serio riesgo de ser privatizado tras una larga precarización. Su objetivo es acabar con el salario mínimo, los convenios colectivos, instaurar el total despido libre y acabar con los sindicatos.
Mas de cinco millones de parados; los bancos echan a la gente de sus casas. Algunos parados de larga duración ya no tienen acceso a la seguridad social.
Y todo parece indicar que en temas como el aborto volvemos de nuevo a una situación casi pre-constitucional.
Y aun hay más.

¿Quien puede estar orgulloso de esta país? Este país no es nuestro, no es de las clases populares; España hoy en día es de la monarquía, del partido del régimen PPSOE, de los medios de comunicación,de  los jueces, la patronal, los bancos, en suma: de la misma oligarquía que lleva gobernando desde hace siglos. Hoy, como ayer, Francia sigue siendo mucho más reivindicable que este estado de aristócratas chorizos e hidalgos que se enriquecen a costa de explotar al pueblo, aunque sólo sea por su muy avanzado estado del bienestar, sus salarios acordes al nivel de vida, sus derechos laborales, sus sindicatos combativos y su mayor pluralidad informativa. En suma, que nos dan mil vueltas en condiciones de vida por muchos problemas que tengan (que los tienen) y es patético pensar que puedan tener envidia de nosotros por nada a excepción del buen tiempo (algo sobre lo que afortunadamente el régimen no tiene control).

Si oligarquía se revela ser como siempre fue, nosotros debemos ser lo que siempre fueron los que se opusieron a la oligarquía. Y debemos seguir empecinados en derribar el régimen corrupto; desde tiempo de Joaquín Costa "España necesita un cirujano de hierro" y yo añadiré: una guillotina en cada plaza mayor.

Ahora más que nunca tenemos que traer la III República. La República de los trabajadores y de los pueblos; la República que traiga una Democracia Real; que la democracia llegue a la economía y a las empresas; a los medios de comunicación y a la Justicia. Una República que de a los hombres y mujeres trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad.

Abajo el régimen. Viva la República.


sábado, 4 de febrero de 2012

El deporte nacional


 Probablemente, si le preguntara a un extranjero si conoce España y sus maravillosas costumbres me contestaría que cómo no, y que es un fiel adorador del sol, la playa, la siesta, el pasodoble, la terraza y el paseíllo conocido como vino-tapa. Así mismo, probablemente me dijera que a los españoles nos encanta hablar a gritos e ir de terrazas. Imagino que sería capaz incluso de enumerarme alguna de las fiestas patronales por las que somos mundialmente conocidos, como San Fermín, así como otras muchas costumbres, de esas nuestras tan patrias. Pero me juego el pescuezo a que se olvidaría de mencionarme el deporte nacional, y no me refiero al fútbol, sino a opinar. De todo y sobre todo. 

En estos tiempo, menos convulsos de lo que deberían pero con un cierto despertar social, esa manía tan nuestra se ha visto especialmente reforzada, pero dicho refuerzo  no ha ido aparejado a un aumento proporcional del actuar de la ciudadanía. Me explico: seguimos opinando, mucho y más, pero en la barra del bar.
Y puede ser que alguien diga “Yo estoy en mi derecho de decir lo que quiera” y añadir esa otra frase tan española de “Mientras no haga daño a nadie”, pero mi contestación será “Pues mira bonito, con tu crítica nada constructiva me haces daño a mi”.  Anda, y eso ¿por qué?, pues porque con esa tendencia a quedarnos parados, a comentar lo que nos parece mal con la vecina, con el amigo, la frutera,  el camarero…y luego irnos a casa en vez de organizarnos para cambiar esa realidad sólo conseguimos una cosa: que las decisiones que se cambian desde las cúpulas del poder que coinciden con nuestras quejas las tomemos como una victoria y nos conformemos porque, total, ya hemos conseguido algo.
Bueno, no está tan mal, ¿no? Al menos ese “algo” sí que lo hemos cambiado. Pues NO. En una época en la que no hacemos más quejarnos de los políticos que tenemos y de la falta de democracia que impregna nuestro sistema, al menos deberíamos preguntar por qué, sin necesidad de hacer presión de ningún tipo, algunas de nuestras quejas son escuchadas.
   


Y para muestra, un botón: así ha sucedido con el último anuncio del actual Ministro de Justicia, que vino a decir que se iba a proceder a instaurar la cadena perpetua en el sistema penitenciario español, a raíz de las quejas vertidas por gran parte del conjunto de la sociedad relacionadas con el caso de Marta del Castillo y del caso Mariluz. Estas dos cuestiones judiciales, que han sido ampliamente tratadas y seguidas por los medios de comunicación, han calado hondo en este sentir tan profundo que tenemos nosotros, los españoles ( y olé!), haciendo que la gente alzara su voz para pedir penas más duras para los violadores y los niñatos. Y se escuchó la petición. Pero la cuestión no es ésa, sino si ese sentir social se había generado realmente a raíz de darle una lectura profunda a las causas judiciales (los autos, las sentencias que se publicaron) o si más bien se había gestado gracias a las noticias morbosas emitidas por los telediarios, las  entrevistas y los especiales de programas como Sálvame, o La Noria.
Porque ése es otro gran problema que tiene el “opinar de todo y sobre todo”: la formación y la información en la que se basan las quejas que expresamos; porque al ser imposible saber y conocer, ni siquiera de manera superficial, de todo lo que opinamos, generalmente manejamos información dada por los medios de comunicación, que qué casualidad, son propiedad y están manejados por aquellas cúpulas que más criticamos y que luego nos conceden dádivas.

En fin, que el gobierno anunció la instauración de la cadena perpetua junto con la aplicación de tasas judiciales de pago obligatorio para poder acceder a la Justicia española. Y vosotros, que no hacíais más que opinar en la barra del bar de lo injusto que era que esos delincuentes estuvieran sólo 20 años en prisión, porque cuando visteis al padre o a la madre de la víctima en la tele os dio mucha pena y os identificasteis plenamente con ella, os olvidáis de que ese objetivo que perseguíais  y que creéis que habéis conseguido gracias a vuestras críticas al sistema, ha sido anunciado con la imposición de otra medida que atenta contra dos preceptos constitucionales, a saber: el derecho de igualdad y la tutela judicial efectiva.

Pero oye,  si cuando desaparezca la pantalla de humo  os dais cuenta de que no podéis recurrir en vía judicial porque no os sobran 500 € para pagar las tasas nuevas ya despotricareis mientras os tomáis un café.