viernes, 31 de agosto de 2012

Poema de la clase media



Cuando fueron a por los funcionarios,
no protesté porque son unos privilegiados
(que no quieren trabajar)

Cuando fueron a por los pensionistas
no dije nada porque gastan demasiado en medicinas
(y no trabajan)

Luego fueron a por los sindicalistas
pero no me importó porque son unos sinvergüenzas
(que no quieren trabajar)

Después fueron a por los parados
pero no dije nada porque son unos vagos
(que no quieren trabajar)

Cuando fueron a por los inmigrantes
no me importó porque saturan la seguridad social
(y nos quitan el trabajo)

Ahora vienen a por mí
y ya no hay nadie que me ayude
(¡yo, que trabajo más que nadie!)


domingo, 5 de agosto de 2012

Análisis coyuntura electoral tras 7 meses de Gobierno del PP


Javier Gimeno

Después de los primeros siete meses de gobierno del Partido Popular, se han publicado tres encuestas en el plazo de una semana que indican un radical cambio en la intención de voto de los ciudadanos, a unos niveles que jamás se había producido antes en España y que recuerdan mucho el escenario griego. 

Las encuestas han sido realizadas por Sigma Dos (publicada por El Mundo), Demoscopia (publicada por El País) y Celeste Tel. Celeste Tel y Sigma Dos son las más parecidas entre sí, habiendo alguna diferencia importante con respecto a Demoscopia, apuntando en todo caso las tres encuestas la misma tendencia. Me referiré a la estimación de voto media concedida por estas tres empresas a cada uno de los cuatro principales partidos de ámbito estatal. La evolución experimentada, por tanto, se refiere a dicha media con respecto a los resultados de las elecciones del 20 de Noviembre de 2011.


PP
PSOE
IU
UPYD
Elecciones
44,6
28,7
6,9
4,7
El Mundo
35,8
29,6
11,7
7,8
El País
30,0
24,7
12,3
9,9
Celeste Tel
34,2
29,5
10,7
8,7
Media
33,3
27,9
11,6
8,8
Evolución (%)
-25,3%
-2,7%
+67,6%
+87,2%

En primer lugar, lo que sin duda más llama la atención es el desplome del Partido Popular en intención de voto, con un descenso medio del 25,3%, lo que equivale a perder más de 11 puntos en sólo 7 meses, algo nunca vista hasta ahora. Sin duda, el desgaste de las políticas de ajuste está siendo muy fuerte y es muy aventurado saber hasta dónde puede llegar, sobre todo si tenemos en cuenta que es más que probable que el Gobierno siga aprobando nuevos ajustes y que la evolución de la economía en los próximos meses no mejore.

Lo cierto es que en este contexto económico y político no resulta posible calcular cuál puede ser el suelto del PP. En condiciones normales, sería complicado que un partido con un electorado tan fiel como el del PP bajase de un 30-35%, pero a día de hoy nada es más complicado que predecir lo que puede pasar.
Los votantes desencantados con el Partido Popular parece ser que se orientan en dos direcciones: la abstención o voto en blanco y el voto por UPYD, no recogiendo el PSOE votos. De esta manera, la histórica transferencia de voto oscilante entre el PP y el PSOE parece romperse a favor de otras opciones políticas.

En cuanto al PSOE, con una estimación media del 27,9%, tendría una evolución del -2,7% respecto a las últimas elecciones. De alguna manera, viendo los resultados electores publicados desde entonces hasta la fecha, parece ser que el PSOE pagó en la última cita electoral el coste del Gobierno de Zapatero, y aunque ha podido perder algo desde entonces, oscilaría entre un suelo del 25% y un techo del 30%. No parece a priori que por muy mala oposición que haga bajase del 25% ya que el desgaste ahora lo está sufriendo el PP, de la misma manera que por muy buena oposición que hiciese, en los próximos meses todavía estará muy presente el recuerdo de Zapatero por lo que no parece que fuese a superar el 30%. Podría producirse una excepción, y es que España fuera rescatada y se formase un gobierno con el apoyo del PP y PSOE, con el fin de tener respaldo suficiente para nuevas políticas de ajuste. En este caso, la sombra del PASOK griego (que pasó en 3 años del 44% al 12%) sería muy alargada y el PSOE podría desplomarse en intención de voto a favor de opciones políticas a la izquierda. 

Izquierda Unida vería incrementada su intención de voto en un 67,6% alcanzando una intención media de voto del 11,6%, cifra nunca alcanzada en la historia de esta formación.  IU recoge sin duda votos del PSOE y muy especialmente tiene un electorado muy movilizado puesto que se nutre de las grandes protestas sociales y sindicales que se están produciendo contra el gobierno del PP.

Aunque siempre es difícil establecer una estimación fiable para un partido minoritario, especialmente en encuestas con una muestra de mil personas, la estimación media parece bastante coherente con el clima social actual. Ahora bien, hacer estimaciones sobre techo o suelo de IU es muy difícil. En un contexto de gobierno de concentración nacional, es factible pensar en un derrumbamiento del PSOE y un sorpasso de IU “a la griega”, convirtiéndose en la Syriza española. Pero de no producirse esta situación, ahora mismo resultaría difícil una subida de esta formación por encima del 15%.

Por último, está Unión Progreso y Democracia, el partido más joven pero que se está haciendo rápidamente un hueco en el panorama político español. Su subida es la más fuerte (+87,2%, es decir, que casi duplica su anterior resultado electoral) y sobre todo es la que recoge más votos del principal perjudicado de los recortes, el partido del gobierno. Si el PP sigue gobernando en solitario y realizando ajustes tan agresivos, no es de extrañar que sea UPYD quien siga recogiendo a muchos de sus votantes, estando por tanto complicado establecer un techo para esta formación. Ahora bien, el hecho de ser un partido ubicado en el centro o centro-derecha hace que esté relativamente ajeno a las protestas sociales y que por tanto si se produce una radicalización hacia la izquierda del electorado y se generaliza el cuestionamiento a las políticas neoliberales, sea IU la que tiene mucha mayor probabilidad de ganar nuevos votantes. UPYD parece más atractiva para el votante conservador desencantado con el PP pero que no desea salirse, en lo básico al menos, de la política económica que impone la UE. Además, su crítica hacía los privilegios de la clase política y hacia los nacionalismos también la hacen una opción atractiva para este perfil de votante. 

Por tanto, tenemos un escenario electoral que sólo 7 meses después de las últimas elecciones ha cambiado profundamente y sobre el que se abren muy diferentes opciones, que seguramente dependerán más de factores económicos que políticos. La posibilidad de un rescate, de un gobierno tecnocrático apoyado por los dos grandes partidos, el empeoramiento de la situación económico y la intensificación de la protesta social son factores que incidirán en la evolución de la estimación de voto en los próximos meses. Eso sí, salvo adelanto electoral, las próximas elecciones están todavía demasiado lejos como para aventurarse a hacer ninguna predicción al respecto.

jueves, 2 de agosto de 2012

CAMINO DE UN 30% DE TASA DE PARO


Javier Gimeno

La Encuesta de Población Activa (EPA) del 2º Trimestre ha ofrecido una tasa de paro del 24,6%, ligeramente superior a la del trimestre anterior, a pesar de que el 2º trimestre suele ser positivo para el desempleo puesto que se inician las contrataciones estivales. 

Esta semana, además del dato de la EPA, tanto el Gobierno Central como el FMI han actualizado (para peor) sus previsiones de PIB y tasa de paro para los años 2012 y 2013. El Gobierno estima que el PIB caerá este 2012 el 1,5% (el FMI estima una caída del 1,7%) y en 2013 lo hará en un 0,5% (la caída que estima el FMI para 2013 es del 1,2%). En cuanto a la tasa de paro, la previsión del Gobierno para 2012 es del 24,6% (24,9% según el FMI) y para 2013 del 24,3% (24,7% según el FMI).

Es decir, que tanto Gobierno como FMI estiman que el PIB caerá de manera muy considerable durante 2012 y 2013 pero según ellos este importante decrecimiento no supondrá destrucción de empleo, ya que la estimación de tasa de paro para 2012 y 2013 es la que actualmente ya tenemos. 

Llama de manera poderosa la atención que estas dos instituciones consideren que la economía española sea capaz de no destruir empleo en pleno recesión, cuando es bien sabido que nuestra estructura productiva está basada en actividades intensivas en mano de obra, lo que hace que la población ocupada sea muy sensible a las oscilaciones del PIB. Por este motivo, en períodos de expansión somos el país europeo que más empleo creamos y en períodos de recesión el que más destruimos. Es más, los estudiosos del mercado laboral español siempre han dicho que para que en España se crease empleo necesitaba que su PIB creciera más del 2% anual, destruyéndose empleo por debajo de esta cifra (incluso habiendo crecimiento positivo).

Ciertamente los años de crisis económica han sido muy particulares en cuanto a la relación del PIB y el paro. El primer año de recesión fue el más duro para el empleo, en buena parte porque afectó sobre todo a actividades muy intensivas en mano de obra (como la construcción) y a trabajadores altamente “flexibles” (los temporales). En 2008, el PIB cayó un 1,4% mientras que la tasa de paro se incrementó en un 61,7%. En 2009, la caída anual del PIB fue del 3,1% y el incremento del paro del 35,4%. El PIB en 2010 creció en un 0,7%, y aún así el paro también lo hizo en un 8%. Lo mismo sucedió en 2011, cuando el PIB creció en un 0,3% y el paro lo hizo en un 12,4%.

Desde 2008 hasta 2011 el paro no ha dejado de crecer en términos interanuales, siendo el crecimiento mucho más fuerte en los dos primeros años, que coincide también con los años en los que hubo recesión. Pero incluso en 2010 y 2011, con leves subidas del PIB, se siguió destruyendo empleo. Por ello, ¿cómo es posible que tanto gobierno como FMI consideren que en 2012 y 2013 va a decrecer el PIB pero sin embargo no va a aumentar el paro?

Desgraciadamente, teniendo en cuenta el comportamiento histórico del mercado laboral español en relación al crecimiento económico, no parece que estas dos instituciones vayan a acertar. Este segundo trimestre ha cerrado con una tasa de paro del 24,6%, y según el gobierno y el FMI el cuatro trimestre se cerrará con una tasa de paro entre el 24,5% y el 25%. El tercer trimestre debería de bajar algo la tasa de paro, pero teniendo en cuenta las previsiones macroeconómicas, en caso de hacerlo no parece que lo vaya a hacer mucho. Sin embargo, el cuarto trimestre se puede esperar que sea terrible para el desempleo y que muy posiblemente la tasa de paro de España entonces supere el 25%, no siendo descartable una cifra cercana al 26%. 

Pero lo que ya resulta del todo difícil de entender es el comportamiento del paro estimado para 2013. De cumplirse las previsiones macroeconómicas, el incremento de la tasa de paro podría oscilar entre un 10 y un 20%. Estando en torno al 25-26% en el cuarto trimestre del 2012, el cuarto trimestre de 2013 se podría cerrar con una tasa de paro de entre el 28 y el 30%.

Con un plan de ajustes muy fuerte recién aprobado y seguramente alguno más por venir como consecuencia del inminente rescate, no parece que 2013 pueda cerrar con una tasa de paro cercana a la actual (en torno al 24% o 25%), siendo más que previsible que el próximo año se cierre con una tasa de paro cercana al 30% (en torno a 6 millones y medio de desempleados).