domingo, 5 de agosto de 2012

Análisis coyuntura electoral tras 7 meses de Gobierno del PP


Javier Gimeno

Después de los primeros siete meses de gobierno del Partido Popular, se han publicado tres encuestas en el plazo de una semana que indican un radical cambio en la intención de voto de los ciudadanos, a unos niveles que jamás se había producido antes en España y que recuerdan mucho el escenario griego. 

Las encuestas han sido realizadas por Sigma Dos (publicada por El Mundo), Demoscopia (publicada por El País) y Celeste Tel. Celeste Tel y Sigma Dos son las más parecidas entre sí, habiendo alguna diferencia importante con respecto a Demoscopia, apuntando en todo caso las tres encuestas la misma tendencia. Me referiré a la estimación de voto media concedida por estas tres empresas a cada uno de los cuatro principales partidos de ámbito estatal. La evolución experimentada, por tanto, se refiere a dicha media con respecto a los resultados de las elecciones del 20 de Noviembre de 2011.


PP
PSOE
IU
UPYD
Elecciones
44,6
28,7
6,9
4,7
El Mundo
35,8
29,6
11,7
7,8
El País
30,0
24,7
12,3
9,9
Celeste Tel
34,2
29,5
10,7
8,7
Media
33,3
27,9
11,6
8,8
Evolución (%)
-25,3%
-2,7%
+67,6%
+87,2%

En primer lugar, lo que sin duda más llama la atención es el desplome del Partido Popular en intención de voto, con un descenso medio del 25,3%, lo que equivale a perder más de 11 puntos en sólo 7 meses, algo nunca vista hasta ahora. Sin duda, el desgaste de las políticas de ajuste está siendo muy fuerte y es muy aventurado saber hasta dónde puede llegar, sobre todo si tenemos en cuenta que es más que probable que el Gobierno siga aprobando nuevos ajustes y que la evolución de la economía en los próximos meses no mejore.

Lo cierto es que en este contexto económico y político no resulta posible calcular cuál puede ser el suelto del PP. En condiciones normales, sería complicado que un partido con un electorado tan fiel como el del PP bajase de un 30-35%, pero a día de hoy nada es más complicado que predecir lo que puede pasar.
Los votantes desencantados con el Partido Popular parece ser que se orientan en dos direcciones: la abstención o voto en blanco y el voto por UPYD, no recogiendo el PSOE votos. De esta manera, la histórica transferencia de voto oscilante entre el PP y el PSOE parece romperse a favor de otras opciones políticas.

En cuanto al PSOE, con una estimación media del 27,9%, tendría una evolución del -2,7% respecto a las últimas elecciones. De alguna manera, viendo los resultados electores publicados desde entonces hasta la fecha, parece ser que el PSOE pagó en la última cita electoral el coste del Gobierno de Zapatero, y aunque ha podido perder algo desde entonces, oscilaría entre un suelo del 25% y un techo del 30%. No parece a priori que por muy mala oposición que haga bajase del 25% ya que el desgaste ahora lo está sufriendo el PP, de la misma manera que por muy buena oposición que hiciese, en los próximos meses todavía estará muy presente el recuerdo de Zapatero por lo que no parece que fuese a superar el 30%. Podría producirse una excepción, y es que España fuera rescatada y se formase un gobierno con el apoyo del PP y PSOE, con el fin de tener respaldo suficiente para nuevas políticas de ajuste. En este caso, la sombra del PASOK griego (que pasó en 3 años del 44% al 12%) sería muy alargada y el PSOE podría desplomarse en intención de voto a favor de opciones políticas a la izquierda. 

Izquierda Unida vería incrementada su intención de voto en un 67,6% alcanzando una intención media de voto del 11,6%, cifra nunca alcanzada en la historia de esta formación.  IU recoge sin duda votos del PSOE y muy especialmente tiene un electorado muy movilizado puesto que se nutre de las grandes protestas sociales y sindicales que se están produciendo contra el gobierno del PP.

Aunque siempre es difícil establecer una estimación fiable para un partido minoritario, especialmente en encuestas con una muestra de mil personas, la estimación media parece bastante coherente con el clima social actual. Ahora bien, hacer estimaciones sobre techo o suelo de IU es muy difícil. En un contexto de gobierno de concentración nacional, es factible pensar en un derrumbamiento del PSOE y un sorpasso de IU “a la griega”, convirtiéndose en la Syriza española. Pero de no producirse esta situación, ahora mismo resultaría difícil una subida de esta formación por encima del 15%.

Por último, está Unión Progreso y Democracia, el partido más joven pero que se está haciendo rápidamente un hueco en el panorama político español. Su subida es la más fuerte (+87,2%, es decir, que casi duplica su anterior resultado electoral) y sobre todo es la que recoge más votos del principal perjudicado de los recortes, el partido del gobierno. Si el PP sigue gobernando en solitario y realizando ajustes tan agresivos, no es de extrañar que sea UPYD quien siga recogiendo a muchos de sus votantes, estando por tanto complicado establecer un techo para esta formación. Ahora bien, el hecho de ser un partido ubicado en el centro o centro-derecha hace que esté relativamente ajeno a las protestas sociales y que por tanto si se produce una radicalización hacia la izquierda del electorado y se generaliza el cuestionamiento a las políticas neoliberales, sea IU la que tiene mucha mayor probabilidad de ganar nuevos votantes. UPYD parece más atractiva para el votante conservador desencantado con el PP pero que no desea salirse, en lo básico al menos, de la política económica que impone la UE. Además, su crítica hacía los privilegios de la clase política y hacia los nacionalismos también la hacen una opción atractiva para este perfil de votante. 

Por tanto, tenemos un escenario electoral que sólo 7 meses después de las últimas elecciones ha cambiado profundamente y sobre el que se abren muy diferentes opciones, que seguramente dependerán más de factores económicos que políticos. La posibilidad de un rescate, de un gobierno tecnocrático apoyado por los dos grandes partidos, el empeoramiento de la situación económico y la intensificación de la protesta social son factores que incidirán en la evolución de la estimación de voto en los próximos meses. Eso sí, salvo adelanto electoral, las próximas elecciones están todavía demasiado lejos como para aventurarse a hacer ninguna predicción al respecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario