sábado, 31 de marzo de 2012

Zaragoza: reflexiones de un militante para después de una huelga



Sin ánimo de hacer de esto una tesis típica de un intelectual de izquierdas expondré aquí algunos puntos que me parece necesario mencionar para que la "gimnasia revolucionaria" sirva de algo y aprendamos colectivamente de cara a futuras -y próximas- movilizaciones.

 El odio a "los sindicatos"

Para empezar me gustaría arremeter contra los que jalean el discurso anti-sindical, hayan apoyado o no la huelga. El ataque virulento y de mala baba que las centrales sindicales mayoritarias vienen sufriendo desde hace dos o tres años ha venido de todas partes, pero ha sido hegemonizado por la ultraderecha, por ese cosmos de intereses comunes que forman el TDT Party, el PP ultramontano representado por Esperanza Aguirre y la CEOE y los empresarios. Todo este bloque está consolidando un corpus ideológico de esta nueva-vieja derecha que está calando en sectores populares de la población y especialmente en los autónomos, pero no sólo.
El rechazo a CCOO y UGT ya estaba instalado en buena parte de la izquierda, no sin razón, especialmente entre CGT, CNT y los sindicatos nacionalistas. Y a estos dos sectores antagónicos se les ha unido recientemente ese totum revolutum de indignado indocumentado que aspira a la pataleta política sin tener más cultura política que Tele-5, lo que le contaron sus padres y mails en cadena con letras fosforescentes que vienen de no se donde (a veces falsamente atribuidos a gente como Perez Reverte) y que la mitad de las veces cuentan mentiras.

Convendría entonces recordar a los compañeros de la izquierda, que no deberían apuntarse al discurso anti-CCOO-UGT tan alegremente y que tendrían que separar su tradicional crítica legítima al pactismo del discurso anti-sindical de la derecha. Que no esperen que las masas intoxicadas por la propaganda ultra van a alejarse de CCOO para correr en brazos de la CGT. El discurso antisindical que está imperando implica la nula conciencia de clase, la alienación mas absoluta y la lumpenización de clase obrera arrojándola en brazos de un fascismo sociológico que rechaza lo colectivo y abraza lo individual; ataca a "los políticos" pero ensalza al empresariado; tiene envidia de Botín pero también del funcionario. Así que le recomendaría a los compañeros de los sindicatos alternativos que atajaran inmediatamente cualquier tentación de sumarse al carro antisindical porque es arrojar piedras contra su propio tejado. Hay que defender el sindicalismo más allá del modelo que se prefiera. Hay que defender el concepto de sindicato a muerte.

Hablando en plata: la derecha odia a CCOO y UGT porque defienden a los trabajadores. Parte de la izquierda odia a CCOO y UGT por no defenderlos. Creo que está claro que hay que saber explicitar esa diferencia y hay que esforzarse por matizarlo, especialmente en una Huelga General, donde todas las organizaciones de los trabajadores debemos estar a una contra el enemigo común.

Los "servicios mínimos"

En una jornada de huelga sólo son admisibles unos pocos sectores donde deben existir servicios mínimos: básicamente sanidad y bomberos. Aparte de estos, no se me ocurre ninguno más así que dejo abierta la puerta a algún trabajo en el que la presencia sea inexcusable para que los ciudadanos no sufran alguna calamidad.
Así pues los servicios mínimos no deberían alcanzar al transporte público; el que lo necesite para ser un esquirol que se busque la vida. Que madrugue más y que vaya caminando. No hay urgencias que necesiten de transporte público; si alguien se pone enfermo que se espere al dia siguiente para ir al médico y si necesita atención médica, hay ambulancias (bueno, ahora menos gracias los recortes).
Mucho menos justificables son los servicios mínimos abusivos en las televisiones (80%  en TVE por ejemplo). Que el régimen necesite las televisiones para adoctrinar a los ciudadanos contra la huelga no significa que necesitemos información de ningún tipo. La TV no nos hace falta. No comemos TV.
Pero lo más escandaloso son los servicios mínimos en FCC, la recogida de basuras. No tiene ninguna justificación racional. Pero más aun que los servicios mínimos pactados, lo flagrante es que en cuanto puede, en cuanto el piquete se marcha, esa empresa contratada por el ayuntamiento saca más camiones de los pactados. Y el ayuntamiento de Zaragoza sólo le paga los viajes que entran dentro de los servicios mínimos, es decir, que cada camión de más lo pone de su bolsillo la empresa. FCC, propiedad de las Koplowitz, enemigo directo, se gasta su dinero en chotearse de los sindicatos, en minar nuestra moral, en crear sensación de normalidad paseandose con sus esquiroles, en poner su granito de arena para intentar que fracase la huelga. Ese atajo de sinvergüenzas y fascistas que gobierna FCC no se contenta con servicios minimos absurdos y abusivos, sino que además los incumple. Este hecho debería ser suficiente para que la mayoría de izquierdas que sostiene al alcade Belloq presionara para deshacerse de FCC.
La próxima vez no saldrá ni uno. Con pacto o sin pacto. Con dirigentes sindicales o sin ellos. No pasarán.


Autónomos, comercios y taxistas

Hablemos ahora de los sectores donde los trabajadores autónomos son la gran mayoría. Hablemos de los comercios, los que mayoritariamente abrieron el dia del paro. Es importante la posición que tomen los comercios en un país como España que ha sido salvajemente reconvertido a país de servicios, pero más importante de que su paro contribuya a la paralización de la actividad económica, es el efecto psicológico que produce que abran. Y eso lo sabe bien la prensa adicta al régimen (prácticamente toda), que siempre centra su atención en los comercios abiertos para proclamar que la huelga ha sido un fracaso.
Tenemos que decir claramente que lo del comercio es vergonzoso; mayoritariamente se han posicionado contra la huelga en una actitud conscientemente militante en contra de los trabajadores, siempre excusada con lugares comunes que no tienen que ver mucho con la causa real. Se ha posicionado en contra de sus vecinos, de la gente que les da de comer. Un tipo que tenga una tienda de reparación de ordenadores tiene como clientes a sus vecinos, no a Inditex ni a Repsol. Si sus vecinos no tienen trabajo ni ingresos, no gastarán su dinero en ordenadores, sino en comer, luego ese comercio tendrá que cerrar. Esta relación tan simple parece que no ha pesado en la postura de estos autónomos, que han dejado claro que les da igual lo que ocurra con aquellos de los que dependen económicamente; sólo tiene una explicación ideológica: mayoritariamente los autonómos son de derechas, muchos de ellos han votado al PP y están defendiendo al partido que han votado o peor aún, no han votado al PP pero sienten que ellos son una clase enfrentada a los trabajadores.
Sería deseable obtener un poco de solidaridad con sus vecinos y que cerraran ese día; si no se puede esperar solidaridad, al menos que supieran que defendiendo el trabajo digno y estable para otros, se están defendiendo a sí mismos... pero si todo ello falla, tendremos solidaridad por las buenas o por las malas. Que lo tengan claro.

Otro colectivo del que podríamos decir exactamente lo mismo son los taxistas, que no sólo no secundaron mayoritariamente el paro sino que hicieron de policías auxiliares, recorriendo la ciudad incansablemente por la noche denunciando a la policía a piquetes, grupos y personas sospechosas así como acciones combativas de los huelguistas. 
Han escogido defender a las clases altas y sus mecanismos de represión con más fervor que nadie. No esperamos su solidaridad. Tampoco debemos olvidarnos para la próxima vez.

La parte buena: la gente salta al ring


Ha habido en esta huelga un factor diferenciador importante y que es motivo de alegría: los nuevos movimientos surgidos o potenciados por el 15M  se han sumado a la jornada de Huelga General, especialmente los piquetes de Stop Desahucios que han ido cerrando bancos y agrupando a gente que antes no se había unido a la lucha; se han creado nuevos vehículos de participación donde gente que no encuentra cauces para pelear en los sindicatos, ha encontrado un frente donde luchar. El gran éxito de la jornada de Huelga se debe en una parte muy importante a este hecho y CCOO-UGT deberían tomar buena nota y ser conscientes de que han compartido la victoria con estos movimientos. Que no se apunten el tanto a ellos solos o cometerán un grave error de nefastas consecuencias para todos.
De igual forma el seguimiento de la huelga por parte de los estudiantes y el profesorado ha crecido de forma vertiginosa con respecto a las anteriores de este siglo XXI, y no sólo en secundar la huelga sino en participación directa en manifestaciones y piquetes. El piquete para cerrar el Corte Inglés fue el mayor visto en lustros y tuvo una abrumadora presencia juvenil.


No puede dejarse sin mencionar  a las organizaciones y partidos que pusieron a su gente en la primera linea, las puntas de lanza de los piquetes que dieron a los mismos la fuerza y la determinación que era necesaria para plantar cara a una policía con muchas ganas de repartir estopa. Pese a no ser muy numerosos fueron decisivos para dar respuesta a la coacción del adversario. Es importante estar organizado políticamente.

La próxima vez que un conocido pregunte qué hace para participar en la huelga si no tiene trabajo o si no está organizado, mandarlo a los piquetes de por la noche. La valentia de unos cuantos no podrá nunca sustituir la participación masiva. 300 personas pueden intentar cortar una carretera durante un tiempo y ser disueltos a hostias por la policia, pero 3000 pueden cortarla definitivamente y la policía nada podrá hacer. Para la próxima hay que incrementar la presencia de la gente por la noche, que es un momento menos vistoso pero más decisivo que el día. 

Hemos pasado mucho tiempo desmovilizados pero vienen tiempos convulsos donde vamos a tener que aprender a luchar.  La Huelga del 29 de marzo ha sido un éxito; no será una victoria inmediata pero para ganar esta guerra había que ganar esta primera batalla. Hemos hecho músculo y tenemos mucho que aprender de esta jornada. Es posible que CCOO-UGT gestionen esta victoria de una forma decepcionante; es posible. Pero hoy, 30 de marzo, aun no lo han hecho. Hoy han cumplido y deseemos que mantengan esta linea de confrontación contra el régimen. Temo que no hay otra salida. Los tiempos de negociar han pasado y no lo digo yo, lo dice la patronal y su gobierno.

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