viernes, 27 de enero de 2012

Tonto el último

 El barco se hunde, es claro e inevitable, capitaneados por Francesco Schettino nos dirigimos a una inevitable hecatombe. Cómo siempre ocurre en una cadena de mando, el primero en enterarse es el Capitán y éste, según va necesitando su colaboración, va informando a sus subalternos con la condición sine qua non de un absoluto secretismo hacia los pasajeros. Pero no se puede esconder tanta basura debajo de la alfombra.


 Tarde o temprano los pasajeros empiezan a notar un ajetreo inusual en la nave, gente con uniforme no deja de ir de aquí para allá con cara preocupada, una expresión que rápidamente muta en sonrisa tranquilizadora cuando se percatan de nuestras miradas suspicaces. Algunos pasajeros empiezan a murmurar, comienzan a pensar que algo grave está sucediendo, pero el anuncio por megafonía del baile les tranquiliza. Nadie en su sano juicio seguiría con la agenda de entretenimiento si el barco estuviera en problemas.

  Mientras tanto el agua se filtra por las microgrietas del casco, lenta e inexorablemente, anegando las cámaras de flotabilidad y haciendo que el barco se hunda milímetro a milímetro.

  En la cabina de mando el Capitán ha logrado contactar por radio con puerto:

 - Aquí Navío España, tenemos un problema, cambio.
 - Puerto Europa a la escucha, cambio.
 - Nos hundimos, cambio.
 - ...
 - Repito, nos hundimos, cambio.
 - ¿Ha llegado el agua al almacén de mercancías?, cambio.
 - Aún no, pero es cuestión de tiempo, repito, nos hundimos, cambio.
 - Entendido, se hunden - ...
 - Ya sabe lo que tiene que hacer, cambio y corto.

 Todo el mundo ha terminado ya su cena, y mientras algunos disfrutan de la sobremesa con un destilado y un buen puro, los más valientes muestran sus habilidades en la pista de baile. No puedo dejar de notar que hoy los músicos están tocando especialmente fuerte, serán impresiones mías, a fin de cuentas parece que el vino se me ha subido a la cabeza. De pronto, mi ligeramente abotargada cabeza realizada un viaje inesperado y termina golpeándose con violencia contra el suelo. No puedo evitar perder la consciencia durante un segundo, y cuando la recupero y me incorporo veo una escena intranquilizadora.
 Por lo visto el barco ha debido de escorar, la fina vajilla yace destrozada en mil pedazos sobre el suelo y algunos de los presentes intentan regresar a sus camarotes. Por primera vez me fijo en algo que ha debido estar allí toda la noche, los miembros de la tripulación están armados... y nos impiden el paso a nuestros camarotes.

 El barco vuelve a zozobrar y un valiente da un paso al frente...

  Los botes salvavidas comienzan a llegar a puerto, desde la costa se puede apreciar que vienen cargados de cajas y cajas, apenas se vislumbran personas en ellos. El bote del Capitán es el primero en encallar en la arena, el jefe de puerto le ofrece la mano para salir de éste mientras le mira con ojos inexpresivos.

 - ¿Pérdidas?
 - El 60% de la mercancía
 - Buen trabajo

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 Despertad amigos, cuando se avecina tormenta sólo un tonto no cierra sus ventanas. Recortes sociales, disminución de derechos, corrupción, repagos e impunidad para los responsables. Podéis pensar que no es para tanto, podéis seguir sentados cómodamente en casa viendo el fútbol, o contentaros con escribir tuits incendiarios. Mientras no os organicéis, mientras no empecéis la lucha cuanto antes, no sois más que inconscientes colaboracionistas.  Ellos ya se están preparando.



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